En el sector plástico, la precisión en el control del proceso es fundamental para mantener la competitividad y asegurar la calidad del producto final. Tecnologías como la extrusión, inyección, soplado o termoformado dependen de un ajuste fino de parámetros críticos —como temperaturas, presiones, velocidades o tiempos de ciclo— que afectan directamente a la eficiencia, la repetitividad y el coste por unidad.
Con Smartmon, las plantas de transformación plástica pueden digitalizar su producción conectando directamente con las máquinas y sensores del proceso, monitorizando en tiempo real las variables clave y obteniendo trazabilidad completa del lote. Esto permite tomar decisiones basadas en datos, reducir los tiempos de ajuste, minimizar el desperdicio y mejorar el OEE.
PRINCIPALES VENTAJAS CON SMARTMON: